Un gradiómetro es un sensor pasivo que mide los cambios en los campos magnéticos. Áreas donde se han llevado a cabo quemas o algún tipo de perturbaciones en el suelo, alteran los campos magnéticos, lo que significa que, elementos tales como fogatas, montículos, viejas unidades de excavación, entierros y pisos de casas pueden ser detectados mediante esta técnica. En relación a los resultados obtenidos mediante el gradiómetro, fue posible recabar información importante acerca anomalías bajo la superficie.